Paff, el drac magic

jueves, 11 de diciembre de 2008

CELEBREMOS LA NAVIDAD

Si amigos, celebremos la Navidad. Corramos a hacer nuestras compras para la cena de Nochebuena. Compremos el mejor champán. El mejor turrón. No olvidemos el marisco. Hagamos un montón de regalos sin reparar en gastos. Hay que mantener el nivel. Lo importante es cuanto te gastes, no el detalle. Derrochemos. Es Navidad!. Si puede ser celebremos el fin de año en Venecia. Es mucho mejor que en casa. Hagamos una cena de lo más copiosa. Comamos como si fuera la última vez que fuéramos a hacerlo. ¿Y la comida de Navidad? . ¿Qué me decís de la comida de Navidad?. Si!. Intentemos que sea mucho mejor que la cena de ayer. Todo mucho mejor que lo del vecino. Hagámoslo a lo grande. Sin reparar en gastos. ¿Por qué no poner también caviar del caro?. ¿Tal vez un filete enorme de carne?. No del económico, no. Ese, ese de ahí. El de mayor precio. Seguro que estará mucho mejor que el que comemos habitualmente. Uy, pero qué veo? ¿Se acercan las fechas y todavía no hemos comprado el centollo?

Ahh.. y no nos preocupemos si sobra comida. Lo importante es que no nos falte nada. Que vienen los invitados y tenemos que quedar bien y no parecer unos rácanos. Que podamos comer hasta sentirnos reventar. Seamos felices al menos con la comida. Y sobre todo esa noche y el día que le sigue. Repartamos amor por doquier sin mirar a quien. El día después ya será otra cosa. Volveremos a la rutina. Volveremos a odiar al otro por que no nos cedió el paso al incorporarnos a la vía. Seguiremos maldiciendo al vecino por ser hipócrita. Volveremos a odiarnos a nosotros mismos por ser como somos. Volveremos a la rutina agobiante de diario. Volveremos a volver.

Pero lo fundamental de esta época del año es vivir.




Amigos. Cuando os plantéis delante del plato a rebosar de comida tenedles en vuestra memoria. No les podemos salvar, pero sí podemos rezar por ellos. Imaginaos solo por un instante que esos pequeños son vuestros hijos, vuestros sobrinos, vuestros hermanos, vuestros amigos. Seguro que se os parte el corazón como se me ha partido a mi en mil pedazos al observar el horror. No pude dejar se soltar lágrimas por ellos. Que al menos esas lágrimas sirvan para que cuando acabe su agonía lleguen al cielo.

Un abrazo y Feliz Navidad!

Nota posterior:

En ese momento solté lo que me vino a la cabeza y al corazón al ver las fotos de esas pobres criaturas. El detonante fue un video de YouTube que encontré en un blog de similares características.

Evidentemente y sin ninguna duda, la Navidad debe celebrarse. Es un momento muy especial. Es un momento mágico. Lleno de amor. Lleno de alegría. Un momento que nos sirve para evadirnos de la realidad por unos instantes.

El problema es que lo concentramos todo en unos días y nos olvidamos del resto del año. Se pasan los días y la magia se va. La felicidad se esfuma por las rendijas de nuestra alma. Volvemos a ser lo que éramos. Y es una pena no poder guardar esa mágia en una cajita e ir dosificándola a lo lardo del año. E incluso repartirla.

Ojalá las cosas fueran más sencillas. Ojalá se pudiera hacer algo por esos niños. Ojalá...