Paff, el drac magic

jueves, 7 de abril de 2011

SE NOS VA LA VIDA...



Miercoles, 6 de abril de 2011… 36 años…en el ecuador de la vida…una vida que se nos va sin darnos cuenta. Pasado que nunca volverá. Presente que se nos escapa. Futuro que igual no viene. Hijos que crecen. Padres que envejecen. Soledad. Aislamiento. Problemas. Tristeza. Llanto. Desesperación. Incertidumbre. Y más soledad. Culpas mal repartidas. Rencores olvidados. Dolor. Y más dolor…

domingo, 19 de abril de 2009

"La muerte no nos roba los seres amados.
Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo.
La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente."

François Mauriac
(1905-1970)
Escritor francés.

viernes, 17 de abril de 2009



Se sentó, una vez más, en aquel envejecido sillón. Aquel amigo que tantas tardes la había acompañado en su soledad. Aquel amigo que vio crecer a sus hijos. Aquel amigo que les vio alejarse. Aquel amigo que nunca se quejó.

Aquel amigo que la acompañó todas y cada una de las veces que cogía aquellos álbumes de fotografías. Aquel amigo que había visto caer tantas nostálgicas lágrimas Aquel amigo que notó todas aquellas caricias y aquellos besos que ella dirigía a aquellas personas que se habían marchado sin despedirse y sin dar opción a que ella lo hiciera.

Aquel amigo que no sabía que le quedaba tan poco tiempo de compañía. Aquel amigo que veía día a día como su compañera de viaje se iba alejando poco a poco. Aquel amigo que veía como ella se quedaba sin fuerzas. Aquel amigo que no tuvo tiempo a despedirse. Aquel amigo que no recibió despedida alguna. Aquel amigo que la amparó aquella fría tarde de invierno cuando sus arrugadas manos ya no pudieron sujetar aquel último álbum. Aquel amigo que la acompañó hasta aquel último instante de aliento.

Aquel viejo amigo…

sábado, 28 de marzo de 2009


"Vale más un desengaño,
por cruel que sea, que una perniciosa incertidumbre.
"
(Francisco de Paula Santander)


viernes, 30 de enero de 2009

SIEMPRE



Los dos cogidos de la mano
En silencio
Con una única meta
Con un único fin
Hacia adelante
Sin mirar atrás
Persiguiendo su objetivo
Mirada al frente
Sintiéndose el uno al otro
con el ligero roce de sus manos
Esperándose el uno al otro
Superando obstáculos
Soportando pesadas cargas
Con decisión
Firmes
Siempre…



miércoles, 28 de enero de 2009


"Si ayudo a una sola persona a tener esperanza,
no habré vivido en vano."
(Martin Luther King)

lunes, 26 de enero de 2009

ESPERANZA ...

Cada noche a la misma hora miraba por la ventana del salón que daba al patio de su casa. Hacía como unos diez meses que repetía la misma rutina. Cada día.
Un 6 de Junio fue la última vez que vio esos ojitos cargados de pena mirándole a través del cristal. Suplicando un ratito más de caricias y amor de su amo. Y otra vez más tuvo que darse la vuelta con el corazón encogido pensando para sí que era demasiado tarde y que ya era hora de acabar aquel día.
Si pudiera volver atrás la dejaría pasar y se regalarían horas de compañía delante de la televisión el uno junto al otro. Desde que murió su mujer había sido su única compañía. Linda, la llamaron.

Era su única amiga. La única que le entendía perfectamente. Que no le echaba en cara cuando estaba demasiado triste como para regalarle un ratito más de cariño. Sin rechistar. Se daba la vuelta y se dirigía al rinconcito que le había preparado tras la muerte de Amanda. Cuando todavía estaba Amanda con ellos, Linda tenía un sitio privilegiado en su habitación. Pero tras su muerte, Carlos no podía soportar su presencia por evocarle demasiados recuerdos. Muy a su pesar la trasladó al jardín y le construyó una casita que cualquier perro hubiera envidiado.

Pero ya no podría estar más en su compañía. Nunca más. Ya no le quedaba nada. Linda se fue. Un día se olvidó de echar el cerrojo a la puerta del jardín. Y justo cuando un camión pasaba a toda velocidad, Linda vio un gato al otro lado de la calle. Lo toleraba todo. Todo menos los gatos. Cuando veía uno iba a por él, costase lo que costase. Y esta vez le costó la vida.

Carlos no solo lloraba la pérdida de Amanda y de Linda, si no que sentía que ya no tenía nada por lo que luchar. Era joven todavía, pero a su modo de ver, no le quedaba nada. El vacío. El silencio. La soledad.
Hasta que un día tocaron a la puerta. No solía abrir a nadie. Pero al oír los ladridos tuvo que asomarse a esa ventana. En el suelo, delante de la puerta, había una caja con un lazo. La curiosidad el pudo y fue a abrir la puerta. Cogió la caja y vio que llevaba una tarjeta. Dentro seguían sonando unos llantos lastimeros. No sabía si atender primero a la nota o a lo que había dentro de la caja.

Optó por sacar al animal que le agradeció el gesto con un montón de besos. Era una perrita de pocas semanas de vida. Carlos no creía en los milagros, pero cuando abrió la nota tuvo que cambiar de parecer:

“No te preocupes por nosotras. Estamos bien. Te hemos traído este angelito para que te acuerdes de nosotras y para que sepas que estaremos siempre ahí, contigo. Sigue tu camino…

Te queremos:
Amanda y Linda”