Paff, el drac magic

viernes, 17 de abril de 2009



Se sentó, una vez más, en aquel envejecido sillón. Aquel amigo que tantas tardes la había acompañado en su soledad. Aquel amigo que vio crecer a sus hijos. Aquel amigo que les vio alejarse. Aquel amigo que nunca se quejó.

Aquel amigo que la acompañó todas y cada una de las veces que cogía aquellos álbumes de fotografías. Aquel amigo que había visto caer tantas nostálgicas lágrimas Aquel amigo que notó todas aquellas caricias y aquellos besos que ella dirigía a aquellas personas que se habían marchado sin despedirse y sin dar opción a que ella lo hiciera.

Aquel amigo que no sabía que le quedaba tan poco tiempo de compañía. Aquel amigo que veía día a día como su compañera de viaje se iba alejando poco a poco. Aquel amigo que veía como ella se quedaba sin fuerzas. Aquel amigo que no tuvo tiempo a despedirse. Aquel amigo que no recibió despedida alguna. Aquel amigo que la amparó aquella fría tarde de invierno cuando sus arrugadas manos ya no pudieron sujetar aquel último álbum. Aquel amigo que la acompañó hasta aquel último instante de aliento.

Aquel viejo amigo…